El juego libre y la creatividad

¿Por qué es importante fomentar el juego libre y la creatividad en los más pequeños?

Esta es una de las preguntas más frecuentes entre las familias que buscan una educación consciente, ésa en el que el peke está realmente en el centro.

Aquí mi respuesta ????????

Primero y ante todo, el juego libre permite a los pekes explorar su mundo de manera natural y sin restricciones, lo que contribuye significativamente a su desarrollo cognitivo, emocional y social. Les ayuda a desarrollar habilidades sociales sociales, como el trabajo en equipo y la empatía, y fomenta la autoexpresión y la confianza en sí mismos.

Nosotras observamos cómo, según incrementa la edad de los pekes que acuden a nuestros campamentos o Días Sin Cole, les cuesta más conectar con su capacidad de jugar libremente. Preguntan por la actividad y esperan que sea dirigida, ordenada por el adulto, y cuando ven que no se trata de un tiempo estructurado, sino que pueden jugar libremente, les cuesta adaptarse en los primeros momentos. Algunos pekes buscan a los monitores, pero en este caso, los monitores somos meros acompañantes de su experiencia. Tras esos primeros instantes, es muy satisfactorio ver cómo conectan con su necesidad de juego, liberados, y disfrutan de estos momentos como habían olvidado.

Por otro lado, la creatividad estimula el pensamiento original y flexible, habilidades esenciales en un mundo en constante cambio. Alentando la creatividad, les damos a los pekes las herramientas para encontrar soluciones a problemas, pensar fuera de la caja y expresar sus emociones de maneras constructivas.

La creatividad es una base importante en todas nuestras actividades, en las actividades familiares también. Observamos cómo a los adultos nos cuesta dejarnos llevar y lo enriquecedor que es, en esos momentos de duda, ponernos en manos de nuestros pekes. 

Además, el juego libre y la creatividad fomentan la independencia y la toma de decisiones. Al permitir que los pekes elijan sus actividades y desarrollen sus ideas, se vuelven más autónomos y aprenden a gestionar su tiempo y recursos, lo cual redunda en su autoestima y les permite establecer relaciones más satisfactorias.

La experiencia nos ha llevado a integrar estos dos pilares en la crianza consciente y respetuosa,  ¿El resultado? Un lugar donde los pekes puedan crecer seguros y acompañados, respetando sus necesidades y tiempos, y la familia tenga un papel activo y participativo.

Y tú ¿Qué opinión tienes al respecto?